sábado, 21 de julho de 2007

A TRAIÇÃO -- de alguns identificados portugueses

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EL TRATO DE PORTUGAL A SUS EXCOLONOS EN ÁFRICA
Expoliados y olvidados
1. • Un millón de portugueses todavía no han cobrado por la descolonización de Angola y Mozambique
2. • El Gobierno lleva 32 años dando largas a los afectados, ya ancianos

Huida Baúles y maletas de colonos portugueses en el aeropuerto de Luanda, el 27 de octubre de 1975. Foto: ARCHIVO ( nao incluida )

PATRICIA AMEIJEIRAS
LISBOA

Lucas Martins llegó a Angola en 1953, con 18 años, y creó una de las mayores empresas agrícolas de la colonia. Pero 24 años más tarde tuvo que abandonar el país "con una mano delante y otra detrás, y comenzar de cero en Portugal", explica. Lo mismo les pasó a un millón de portugueses en Angola y Mozambique. Llevan 32 años reclamando al Gobierno portugués que les indemnice por todo lo que perdieron tras la independencia de las provincias de ultramar.
La Revolución de los Claveles trajo en 1974 la democracia a Portugal. "Estábamos ilusionados", recuerda Martins, que ahora preside la Asociación de Expoliados de Angola. Inmediatamente se iniciaron las conversaciones para la independencia de las colonias. "Nosotros la apoyábamos", afirma. Los acuerdos incluían el respeto a los derechos de los colonos, pero el Gobierno portugués no hizo nada para que se cumplieran.

Persecución y violencia
"Fuimos expoliados, porque nos obligaron a irnos. Todo lo que teníamos estaba en nuestro país y los nuevos poderes nos lo quitaron", explica Vasco Rodrigues, presidente de la Asociación de Expoliados de Mozambique. "Tuvimos que huir con nuestras familias, fuimos perseguidos, amenazados y encarcelados, muchos fueron asesinados, y el Gobierno portugués nos traicionó", dice tajante Martins.
Ambos dejan claro que "jamás" han acusado a las poblaciones locales de la persecución. "Todos fuimos víctimas, nos perseguían a todos los que por una causa u otra no conveníamos a los nuevos poderes. No había colores, razas ni nacionalidades", dice Rodrigues. Además, "ellos incluso sufrieron más que nosotros, porque después vivieron una guerra civil", que en el caso de Angola se prolongó hasta el 2002.
Los culpables, afirman, fueron los intereses internacionales. En plena guerra fría, Estados Unidos, Rusia, Cuba y China estaban interesados en el petróleo de Angola y en el control del África austral. Pero lo más grave, aseguran, es que el Gobierno portugués "no hizo nada por defender el cumplimento de los acuerdos de independencia, ni siquiera apeló a ningún organismo internacional". "Si lo hubiera hecho, aunque no hubiésemos recuperado nada, no estaríamos reclamando una indemnización", afirman.
El propio presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, afirmó, cuando era secretario de Estado de Asuntos Exteriores y Cooperación, que "Portugal no descolonizó, abandonó los territorios", y reconoció que "la descolonización provocó mayores traumas que la colonización". Esa postura "la comparte todo el mundo --afirman Martins y Rodrigues--, pero nadie hace nada, todo se queda en buenas palabras". En su opinión, eso ocurre porque la descolonización todavía es "un tema tabú", ya que muchos de los que la negociaron aún viven. Lo más duro, dicen, es que nadie les ha pedido perdón, y están convencidos de que nadie lo va a hacer: "No van a pedir disculpas por algo a lo que llaman descolonización ejemplar, aunque fue una traición".

Agravios comparativos
Portugal no indemnizó a los ciudadanos afectados por la descolonización, como sí hicieron el Reino Unido, Bélgica, Francia, Holanda, Alemania e Italia. De hecho, no se sabe aún el valor de los bienes que tuvieron que dejar atrás. "No se ha realizado una valoración de nuestras propiedades. Esa es nuestra primera reclamación. En 32 años no se ha hecho ningún peritaje, y sin eso no habrá ninguna indemnización", dice Rodrigues.
En enero del 2005 lograron el compromiso del Gobierno para crear un grupo de trabajo que debe registrar los bienes y establecer un calendario de acción, pero no se ha avanzado nada. En los tribunales hay más de 2.000 procesos, pero la mayoría de los demandantes tienen más de 70 años y cuando uno fallece el proceso se para, hasta presentar nuevos papeles. "Corremos el riesgo de que prescriba el plazo en la justicia", asegura Rodrigues, quien indica que también quieren apelar a los tribunales europeos, "pero hay que ir paso a paso".
Su objetivo no es recibir mañana un cheque, aunque les gustaría. Lo que quieren es que el Gobierno les dé garantías porque "32 años es mucho tiempo y para algunos será demasiado tarde", afirma Rodrigues, que, emocionado, recuerda que mucha gente no recibió ni una pensión de jubilación.

El Periódico – 25.05.2007
http://www.aemo.org/ELTRATODEPORTUGALASUSEXCOLONOSENAFRICA.doc )